Objetivo: la Corona
Los ataques a la Corona por parte de miembros del Gobierno no dejan de ser insólitos pero, para qué engañarnos, no nos sorprenden. Lo sorprendente es el estado silente y pasivo del jefe del Ejecutivo que, visto lo visto, está disfrutando del espectáculo.
Mientras esto ocurre, se va fraguando la idea de una posible y ¿muy? lejana república. Y la explicación es bastante sencilla: se utiliza de ariete a los ministros de Podemos que no saludan al rey, atacan la monarquía y la cuestionan, y se obliga a la demonizada derecha española a usar al rey contra la izquierda. Todo ello para que el presidente Sánchez sea presidente, pero de una republiqueta, y no de una cualquiera sino de una a su medida.
O ¿acaso creéis que él aceptaría a Casado de presidente? ¿O a Abascal? Claro que no. Entonces la idea republicana ya no sería tan buena porque, a lo Luis XIV, el Estado ya no podría ser él.