Sillas de festival

Este fin de semana ha comenzado en Cartagena uno de los mejores festivales de nuestro país, La Mar de Músicas. En el escenario principal tienes al Teatro Romano a un lado y al puerto de la ciudad en otro, y eso mientras escuchas la mejor música. Como dicen, no pido que me lo superes sino que me lo iguales.

 

Tras este nefasto año, el cuerpo se pone tonto pensando en festivales. De hecho, aún recuerdo al primero al que fui (y al último que iré). De esos de acampada y calor a granel. Festivales marraneros que digo yo. 

 

Nos fuimos 15 amigos, y mi colega Víctor, veterano en esto, nos machacó durante semanas diciéndonos que la silla de playa es la mejor aliada del campista. Por eso,  él se compró la mejor del mercado, con respaldo reclinable, doble posavasos, almohadilla y, creo, luces de neón, de la que presumió durante días.


Cada día, a las 7:30 de la mañana estábamos despiertos, habiendo dormido tres horas, con un sol de justicia penetrando la tela de la tienda que se convertía en el invernadero perfecto para hacer la fotosíntesis. Los cafés eran solubles, las resacas monumentales, la limpieza ¿qué es eso? y el agua de las duchas venía directamente de Siberia. 


Menos mal que casi todos teníamos un cómodo asiento para resistir en el frente y librar aquella agotadora batalla. Digo casi todos porque cuando descargamos los bártulos, fuimos a recoger las pulseras y montamos las tiendas de campaña, Víctor descubrió que la silla en la que había depositado todo su amor, y su dinero, se había quedado en el autobús. Su cara era un poema y nuestras risas fueron épicas. No sabía dónde meterse ni qué hacer sin su preciado bien. 

 

Hoy, le diría a Víctor que en La Mar de Músicas no necesitas silla plegable, aunque sí un buen asiento para, sobre una de las colinas de Cartagena, cantar, bailar, beber y gozar de buenos sones acompañado de la brisa del mar. En realidad, en este festival y en todos, como en la vida, lo importante no es dónde te sientes sino al lado de quién te sientes.


Auditorio Parque Torres - Paco Martín. La Mar de Músicas, Cartagena


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